sábado, 15 de octubre de 2011

Adelante y al Frente


Paso media hora a la mañana, frente al espejo, intentando componer algo irreparable, a veces con trabas, otras con delineador. Miro unos ojos, que no siento míos, dirigiendo una mirada con odio una pared vacía, donde solo cuelga el vidrio infernal; no me puedo ver bien. No me estimo en lo más mínimo. Solo me gusta aparentar. Si hoy me sacaran un brazo, o me rompieran la nariz, me seguiría mirando al espejo como siempre.
Recuerdo cuando una vez yo le estaba expresando esto, después de contarle mis problemas, mi enfermedad, mi quilombo en la cabeza y ya me estaba yendo, o mejor dicho, me acompañaba a donde me tenía que ir, cuando le dije mucho más resumido, lo que sentía de mí: “soy fea, un escracho, un accidente…” él me dijo, como con cara de cómplice, “no sos fea”. Me saludó, me dijo linda, yo creo…
 No, no fue amor al principio, es verdad. Después el ánimo que me proveía me enamoró de a poco, después de haber estado juntos, luego.
 Y hoy, después de un par de meses de esa experiencia maravillosa, volví a lo mismo de antes…
“Lo sé, las drogas no resolverían mis problemas, no harían que mi familia me quisiera, no me conseguirían amigos, no me sacarían de mi pozo de depresión... Lo sé. Pero sin embargo, eran mi alivio. Nunca me excedía demasiado, pero eran mi escape, a una realidad paralela, más paralela todavía de la que ya veía.”
No hacen más que empeorar las cosas, más y más profundamente…
y…
Te necesito.
P.A.G.

No hay comentarios:

Publicar un comentario